jueves, 26 de febrero de 2009

Existe

El post viene con retraso, por culpa de las carencias tecnológicas del piso pamplonés, pero era obligada su presencia aquí, gracias en gran parte a Pacotto y a su seguimiento de la actualidad diaria. Cuando el Tío del mazo decidió ponerse a hacer de las suyas, allá por octubre de 2008, nunca imaginó que encontraría un 'alter ego' en la vida real.

Pero lo encontró. Fue el martes, cuando un tío decidió actuar con todos los ingredientes sobre la mesa. Cabreado, con un mazo en la mano y con ganas de hacerse ver y oír. Irrumpió en la Herriko Taberna de Lazkao para cargarse los cristales y todo lo que pillara a su paso. A mazazos, naturalmente.

Me consta que sus ganas de macear no eran de plastilina, por lo que la Ertzaintza planeó bien su arresto antes de entrar precipitadamente a por él. El tono de broma viene al caso sólo en parte, porque el 'Tío del mazo' de carne y hueso respondió con violencia a otra acción violenta. El ojo por ojo, que dicen muchos.

Siento empatía por el imaginando la rabia que tiene uno por dentro al ver a los etarras delante de sus narices haciendo lo que les sale de las criadillas, aunque no está de recibo apoyar las acciones violentas. El sujeto, el verbo y el predicado molan más para luchar, porque como decía el 'Robe' al cantar los versos del maestro Chinato, "menos mal que con los rifles no se matan las palabras".

Está claro que el 'Tío del mazo' existe y ha pisado fuerte, pero desde aquí deberíamos animar a este hombre a que practique los mazazos a base de prosa. Es mucho menos perjudicial para la salud y tiene mucha más clase. Nuestra puerta está abierta para este ciudadano herido, que lo es.

sábado, 21 de febrero de 2009

Un príncipe cualquiera

Bajo el sol de Tafalla, emborronado por las pocas nubes grises del cielo navarrico del que gozamos por la tarde, salí del San Francisco tras ver palmar a la Peña Sport. Carnaval chafado por un equipo que se llama Iruña, pero que no juega en Pamplona.

Monto en el coche y me preparo para pasar por centro de la ciudad del Cidacos (les jode mucho que la llamen así, porque dicen que el Cidacos es un río sin pedigrí). Por las aceras pasan a toda velocidad tomates, monstruos, brujas, rockeros, blancanieveses, pinochos, presos, marineros, animales domésticos y demás seres del mundo carnavalesco.

Cuando paro en un semáforo en mitad de la calle principal, vislumbro la felicidad en los rostros de tres personas, un hombre, una mujer y un crío, que va de la mano de sus progenitores en dirección a la plaza. Las chuches y la música le esperan con los brazos abiertos. Además, es hijo de un príncipe (disfrazado de ello, claro), lo cual le otorga unos privilegios que ya quisieran otros tafallicas benjamines.

Me da por mirar fijamente al padre, que camina de una manera peculiar. Me suena de algo, pero, ¿de qué? Ya lo tengo. En mi mente reaparecen los recuerdos de aquella mañana de octubre, con Román enseñándonos el Parlamento Foral, con Marcotegui preparándose para presidir la sesión, con Elena Torres guapísima, con él... sí, con él.
Con él preparando el segundo punto del día, gesticulando en el estrado en su versión más retórico-hortera, tomando notas mientras espera su nueva intervención... En efecto, no me confundo. Es él. Maiorga Ramírez. Un príncipe cualquiera.

domingo, 15 de febrero de 2009

"In your face, Superman"

Todavía me dura la mala leche después de que los jueces del concurso de mates del All Star de la NBA ninguearan ayer a Rudy Fernández. Tanto trasnochar para que luego infravaloren a nuestra 'ensaimada voladora', que, sin ninguna duda, dejó el pabellón bien alto.

Estoy seguro de que muchos estrellitas del tipo Saquille O' Neal, LeBron James o Dwayne Wade todavía están flipando con el segundo machaque de Rodolfo, aunque no quieran reconocerlo. Amigos showmans, en España tenemos ÑBA y ayer lo demostramos levantando al US Airlines Center de Phoenix y provocando los abucheos del público por su desacuerdo con las notas de nuestro jugador más espectacular.

No valen las lamentaciones, porque es de cajón que lo que mola a los yankees estos es la peliculita de Superman y la Kryptonita. Me hizo ilusión que Nate Robnson dejase al amigo Dwight Howard a la altura del betún vestido de verde, pero me siento todavía más feliz cuando me acuerdo de que a Superman ya le ridiculizaron en las Olimiadas.

¿Quién si no? Pues Rudy, amigo superhéroe. "In your face, Superman. In your fucking face". Gracias por hacernos vibrar, Rudy, y por deleitarnos con cosas como las de aquí abajo.

viernes, 13 de febrero de 2009

Feliz No San Valentín

Hoy es un día muy especial, en el que me gustaría felicitar a mucha gente:
Felicidades a todos aquellos que no compran regalos a su pareja para dárselos hoy, a los que no lo hacen porque no les da la gana o porque no se lo pueden permitir.

Mis felicitaciones también a toda esa gente que no tiene pareja, o que no tiene claro si la tiene.

Un saludo y mi enhorabuena a quienes se han levantado de la cama pensando que hoy es sábado, 14 de febrero de 2009, y que mañana será domingo 15 si no se acaba antes el mundo.

Felicidades a los que no han tenido necesidad de rebanarse el coco pensando en dónde llevar a su novi@ a cenar esta noche. Han hecho bien, porque hoy los restaurantes estarán hasta los topes de enamorados a la hora de la cena.

Felicidades a todas aquellas parejas que prefieren demostrarse que se quieren con pequeños detalles cada día y no con uno al año tal día como hoy.

A todos, feliz No San Valentín.

jueves, 12 de febrero de 2009

Luchemos

(Va por ti, tío)

Siempre has sabido luchar, luchar por lo que quieres, por lo que tienes y no quieres perder, por los que te quieren y te quieren seguir queriendo. Te tocó luchar hace poco, como le ha tocado a la abuela. Y luchaste de lujo. Venciste. Y vencerás.
Ahora te toca otra vez, nos toca a todos. Luchar juntos es mejor, es el doble de lucha, el doble de ilusión, el doble de valentía. Sabes que vamos a estar a tu lado, que lucharemos contigo hasta ganar. Porque vamos a ganar, eso no lo dudes. Lucharemos y ganaremos por todos nosotros.
Por ti, por Celia, por la abuela, por el abuelo, por Lourdes, por José, por los tíos y primos de Murchante, los de Fontellas y los de Zaragoza. Sobre todo por Lucía, que seguro que también te echa un cable de vez en cuando. Luchemos juntos, con garra y la cabeza bien alta.
Yo quiero luchar contigo, porque tenemos mucho que ganar en esta lucha. Ya tengo ganas de salir victorioso, de verte en la calle paseando una tarde de otoño por Iturrama, de comer contigo en algún sitio de los del Ensanche, de echar unas canastas en el jardín, de escuchar tus consejos y aprender aún más de todo lo que sabes.
Tengo ganas de volver a ir al cine, de que nos cenemos ese shushi que tenemos pendiente, de enseñarte las prácticas que hago en la uni, de hablar largo y tendido en la mesa de la cocina. Luchar merece la pena por todo eso y por muchas cosas más.
Cuenta conmigo para ayudarte.

martes, 10 de febrero de 2009

Los cinco minutos de rigor

Esas fotocopias urgentes, esa rica sal que se te ha olvidado por completo, y que habrás de comprar si no quieres que la parienta te golpee con el mazo (algo típico por estos lares). Sea lo que sea, nunca falla.

Tampoco falla cuando el reloj marca las tres menos cinco de la tarde, y levantas el polvo del suelo de la facultad al correr como alma que lleva el diablo. Hay que imprimir la práctica para entregársela al señor anfibio y es un objetivo alcanzable sólo a velocidades estratosféricas. Pero, ¡qué pena!, vuelve en cinco minutos.

El tiempo es oro, para algunos plata y, para otros, pura mercancía. Por eso los mercaderes temporales lo venden de cinco en cinco minutos en el momento menos oportuno para una persona cuyo destino es cruzarse con el prototípico empresario de la escuela de Cronos.

Hay gente a la que no le gustan los mercaderes temporales, por una sencilla razón. No son transparentes en su actividad comercial. Venden los minutos, cinco, normalmente, por el doble o incluso el triple de su valor real. Menuda estafa, macho. Total, ¿para qué? Está claro que no usan sus beneficios temporales en acciones benéficas, ni siquiera en inversiones de carácter privado y fisiológico.
Es tradicional que los utilicen para los vicios. El cigarrito, el cafelito, la charlita con la amiga... Mal, señores comerciantes. Mal hecho. Algunos ya van aprendiendo y se están lanzando a invertir sus cinco minutos de rigor en nuevas tecnologías, pese a que el valor real de los minutos se ve muy sobrepasado en estos casos de operaciones financieras tan arriesgadas.
Facebook, Tuenti, Twitter y demás otorgan muchos beneficios a corto plazo, pero enganchan. Y, cuando los mercaderes vuelven a su puesto, el cabreo de los afectados ha aumentado exponencialmente. Sea como fuere, mi mayor duda en este asunto es otra.
Por eso quiero preguntar al FMT (Fondo Monetario Temporal).
¿Cuándo ejercerán los mercaderes temporales una competencia leal y cesarán sus aumentos desmesurados del valor real de los minutos? En cristiano, ¿cuándo coj... pondréis en el cartelito que volveréis en media hora, en lugar de poner que serán cinco minutos?

domingo, 8 de febrero de 2009

Let it snow, let it snow, let it snow...

Foto: El campo de Oberena, abnegado el sábado. Partido suspendido.

Nieve. Tan bonita y tan hija de 'eso' a la vez. Paisajes de ensueño, inmaculados, de anuncio de Vernel. Aceras intransitables y resbaladizas, qué gustico. Muñecos de nieve con cabeza, brazos, dedos, pelos, vello y gélidos piojos. Hasta con gorros y nariz de olfato fino. Calzadas superdeslizantes, pistas de patinaje a base de brea y coches incontrolables. Sensacional.
En el periódico, la nieve es noticia. En las previsiones meteorológicas, en las páginas de sociedad... También en deportes. 23 partidos suspendidos el sábado y otra decena el domingo han sido el balance de un fin de semana pasado por blanca nieve. Muchos viajes cancelados, atrasados o en balde, como el de los jugadores de la Peña Azagresa a las instalaciones de Oberena.
En su versión menos conocida y más intrínseca, la nieve ha sido causante de la locura de los maquetadores del diario cada vez que conocíamos la noticia de la suspensión de un encuentro. "Que sí, que sí se juega", afirmábamos confiados. A los cinco minutos no se jugaba. "¿Dónde encajamos estos partidos? ¿Qué hacemos con este hueco que sobra?", se preguntaban los jefes.
La nieve es una delicia, una bendición del cielo. Pero también puede ser un auténtico infierno. Atestíguolo. Menos mal que ya no nieva. Y que estamos a lunes.

jueves, 5 de febrero de 2009

Dejad en paz al ciclismo

Han vuelto, ya están otra vez aquí. Los bocazas, los lanzamierdas. Siempre vuelven por lo mismo, porque un ciclista ha muerto. Parece mentira, pero es cierto. Todavía hay sueltas por el mundo personas con poca vergüenza, que sólo ejercen su racional verborrea pseudomédica cuando salen a relucir las desgracias de uno de los deportes más nobles del mundo.

Frederiek Nolf es esta vez su reclamo, el blanco de todos sus dogmas científicos. Un chaval de 21 años, belga, del modesto equipo flamenco Topsport Vlaanderen. Un esprinter, pura velocidad. Su vida se ha esfumado demasiado rápido, demasiado pronto. No se sabe por qué ha fallecido, aunque se cree que un infarto es la causa.

No se preocupen, querido público, los tertulianos ya han montado su escenario de rumorología y prejuicios de hematocritos. Como de costumbre. Ya lo montaron con Salanson, con Zanette, con Galletti... Según los expertos lanzamierdas, Nolf ha muerto porque iba hasta el culo de EPO, porque corría por sus venas sangre inyectada de un caballo de carreras, o, simplemente, porque era ciclista. Y ya se sabe lo que ocurre con los ciclistas. ¿No?

En la vida hay muchas cosas que me sacan de quicio, y una de ellas es ver cada cierto tiempo a esta panda de listos hablar de ciclismo, del deporte con el que he crecido y aprendido valores que ya quisieran tener ellos. Siempre repito lo mismo. Dejad en paz al ciclismo, respetad a los muertos como os gustaría que respetasen a vuestros fiambres, e idos a tomar viento fresco.

Lo peor es que, aunque os borréis del mapa, los profesionales de la bici tienen por responsables federativos a auténticos comisarios del FBI implacables y curtidos, por lo menos, en el infierno de Vietnam. Gracias a los lanzamierdas y a esta pacotilla de tutores del deporte de las dos ruedas, la llevamos clara todos los que amamos la bicicleta. Menudo asco.

miércoles, 4 de febrero de 2009

El mar, la mar, la leche

Es la leche, es el mar, la mar. Ahora también es el mar, el océano, el que sufre las consecuencias de eso de eso de lo que aún muchos se 'escojonan' con jocosidad, el cambio climático. Qué gracioso. Resulta que los científicos estudiosos del tema han detectado un problema colateral a la recepción de CO2 que emana de nuestra inteligente especie. Tanto dióxido de carbono genera acidez en los océanos.

Imaginen que viven en el mar. Entre sal, sardinas del cantábrico, tiburones y algas. Ustedes son corales, a los que les hace falta un determinado nivel de ph en el agua para desarrollar una vida de manera normal. Ese salario depende en gran medida del capital de CO2 del planeta tierra y sus habitantes. Su sueldo de ph es de 8,2 puntos al mes, una cantidad suficiente para llevar a sus hijos corales al colegio, pagar la hipoteca de su arrecife y comprarse un reproductor de rutas migratorias marinas con 'dolby surround acuífero' y alta definición. Todo va sobre ruedas, pero un día, de repente, la cosa cambia drásticamente.

Ese día, los encargados de mantener el ecosistema oceánico se relajan un poquito en us previsiones, se confían. Multiplican sus emisiones crediticias de CO2 debido a las expectativas de crecimiento inmobiliario de los arrecifes y se lía la del mesías. Estalla la burbuja estuaria. Los que pueden (peces, plancton y depredadores marinos) se mudan a otros mercados menos arriesgados, pero ustedes, que son al mar, la mar, lo que las plantas son a la tierra, no se pueden mover.

Tienen ustedes mucho, mucho CO2, pero no les sirve de nada. El 'stock' de dióxido de carbono es una putada, entre otras cosas porque no tienen ustedes a quién venderlo y no les hace ningún bien. Ustedes dependen de la alcalinidad del agua, de los 8,2 puntos de ph de salario mensual para sobrevivir. Aquí los excedentes no son nada buenos, al contrario que en la superficie terrestre. A más CO2, menos ph. A menos ph, menos alcalinidad, a menos alcalinidad, alarma. Crisis oceánica. Enfermedades. Blanqueamiento de los arrecifes. Defunción prematura.

Los funerales no serán en Kioto, porque allí sus amigos del mar, la mar, no tienen agua salada para rezar por ustedes. ¡Ah! El mar, la mar. Es la leche, ¿verdad?