miércoles, 3 de junio de 2009

El equipo J


Me siento raro. Feliz a la vez que un poco triste. Feliz porque en estos tres meses he disfrutado como un enano montando el fantástico proyecto web que ha sido y es Jacinton Post. Triste porque después de las presentaciones de esta mañana, he sentido extrañas sensaciones.

Luis, que de esto sabe un rato, ya avisó y tenía razón. Al llegar a casa, me ha parecido como si toda la ilusión que he respirado durante este cuatrimestre con el proyecto se hubiese difuminado en el aire. Así, sin más. En una centésima de segundo. El vacío del que hablaba el tío Luisgui existe y me está dejando un poco depre a lo largo del día. Esto se ha acabado demasiado rápido.

Aun así, todavía tengo el 'espíritu Ariglia' del que algunos hablaban tanto en una dosis suficiente como para sacar fuerzas y daros las gracias a los que habéis sido compañeros de trabajo proyectil. Al primero, a Paco, que apostó por nuestra web sabiendo que era un reto complicado y que seguramente haya disfrutado incluso más que nosotros haciéndolo.

Y, por supuesto, gracias al resto del grupo, al equipo J, por sus ganas, su paciencia, por ser como son.

Ha sido un placer trabajar con el jefe Jurdan, cabeza visible del Jacinton, responsable de la promoción de la futura canción del verano y de ponerle cara a la página.

Con el genio de Mikel, que se ha matado a empollar HTML por las noches y a explicarnos los entresijos de Wordpress con paciencia.

Con Miren, la gran diseñadora que se ha dejado los ojos en la pantalla del ordenador insertando fotos en formato PNG.

Con la eficiente Erika, cuyo afán de hacer las cosas bien, aunque sufrido en algunas ocasiones, ha sido impagable siempre.

Con el constante David, el mejor y más trasnochador técnico audiovisual del siglo. Además, de Arguedas. ¿Qué más queréis?.

Con la buena de Isabel, siempre dispuesta a echar un cable en todo lo que se necesitase y a animar en los momentos malos.

Con la encantadora Valvanera, una chica que ya es periodista de las grandes antes de salir de la facultad.

Con la inquieta Cris, excelente presentadora de Altibajos, con mal genio pero con la sonrisa aguardando en cada momento.

Con el guerrero Guillermo, trabajador nato, con un ojo crítico fuera de lo común, con una garra periodística fuera de lo común en un filósofo.

Con la todoterreno Andrea, que se ha atrevido con las fotos, los vídeos, las noticias, las profundidades de campo, los doblajes a mochilas...

Un placer, de verdad. Nunca olvidaré que un día todos nosotros creamos Jacinton Post. Gracias por todo, de corazón.

sábado, 23 de mayo de 2009

Buscarse la vida

Sólo nos queda un mes. Entonces cogeremos el billete de tren, como decía mi amigo estellés Xabi Gómez de Segura. El billete del tren de cercanías que es la vida. Últimamente, cuando me encuentro con algún colega, me preguntan por mi futuro. "¿Y qué? ¿Te veremos en la tele dentro de poco?". Odio la tele. "¿Cuándo nos deleitarás con tus artículos de opinión?". Sinceramente, no lo sé. Ojalá sea dentro de veinte años, cuando tendré la edad ideal para discernir hasta ponerme como un quico.
No sé que va a pasar. No puedo darles respuestas. No me veo fuera de aquí. No me imagino levantarme un día sin ir corriendo a la facultad, al laboratorio, sin echar un pincho a media mañana en la cafetería, sin estar con la gente de proyectos, con la gente de clase. Debería ir haciéndome a la idea de que esto, en un mes, será diferente.
Amigos, no sé qué pasará entonces. Lo único que tengo claro es que ha llegado la hora de apechugar, de tirar para adelante. De buscarse la vida. A por ello, entonces.

martes, 28 de abril de 2009

El eterno estigma

Da rabia darse cuenta de que vivimos en una sociedad sin alternativas, sin posturas que puedan alejarse de lo políticamente correcto, del jodido juego democrático que retira la cara cuando le conviene que no le salpiquen.

A Representación Cannábica de Navarra-Nafarroako Ordezkaritza Kannabikoa (RCN-NOK) le han descojonao la candidatura que iba a presentar a las próximas elecciones europeas. Capitaneados por Fermín Les, los cannábicos forales (4.707 votos, medio escaño por lo menos, en las Autonómicas de 2007) se han visto obligados a abandonar su campaña, porque la nueva normativa electoral exige 15.00 firmas de ciudadanos o 50 de cargos electos para avalar una candidatura. Y eso con 15 días de plazo.

Los 15 días pasaron y RCN-NOK creyó que el compromiso de aquellos que se habían mojado era una garantía. Cargos electos de toda España les prometieron firmar para que pudiesen tener papeleta en los comicios. Pero sólo respondieron 5. Los 45 restantes cogieron la toalla y se quitaron el salitre a toda prisa. Es que a lo mejor les registraban la casa buscando hierba. Dios les libre.

El caso es que RCN tendrá que esperar a otras europeas para intentar tener voz a nivel continental. Sólo porque tienen colgado el sambenito de drogadictos, de desestabilizadores sociales. Sólo porque todavía no hay gente con las narices necesarias para comprender de manera racional qué se pretende legalizando el cannabis, y lo que es peor, sin las narices necesarias para hacerlo comprender a los ciudadanos, porque las cosas están para explicarlas antes de juzgar.

El eterno estigma se eterniza aún más. Les tachan de poco serios, cuando hay gentuza que nos engaña escondiendo la que está cayendo en la economía, sinvergüenzas que extorsionan, se lucran, roban y juegan con el dinero como si la vida fuese un Monopoly.

El mal de la droga, del cannabis concretamente, no lo traen aquellos que defienden una mejor gestión de la planta y un mejor aprovechamiento de su potencial económico o medicinal. El mal del cannabis lo traen los que trafican con él, los que revientan los precios y cobran en negro, los que mezclan la marihuana con porquerías y la venden como si fuera pura. Esos son los malos. Los otros, los cannábicos de verdad, buscan soluciones, no problemas.

Y aunque les fastidie a los que van de buenos en esta dramática película, seguirán (seguiremos) buscando la solución a este grave problema. El estigma dejará de ser eterno. Y además comeremos perdices.

sábado, 25 de abril de 2009

Llegó vuestra hora, chavales

De izquierda a derecha, Alonso, Imanol, Del Río, Diego, Gorka, Michel, Orta, Javi Blanco y Héctor en el primer entrenamiento de la pretemporada del Murchante. BLANCA ALDANONDO

De vez en cuando uno echa la vista atrás y encuentra pequeños recuerdos que pensaba ya olvidados, pero que nunca habían dejado la mente para ir a parar al infinito. Creía haber olvidado las tardes de fútbol en el San Roque de Murchante, allá por la temporada 97-98, cuando aprendía a jugarme los cuartos con los delanteros alevines de la liga navarra.

Por aquel entonces, Julio Orta, un mítico que se retiró el pasado año de los terrenos de juego, me enseñaba a ser defensa central, pero sobre todo, a disfrutar con el deporte. Después de dejarlo todavía tuve tiempo de bajar a ver al Murchante de los mayores algún domingo.

El San Roque se llenaba de gente. Vimos derrotas escandalosas y tuvimos la suerte de vivir el penúltimo ascenso a Tercera, con invasión de campo incluida. El club estuvo a punto de desaparecer, pero se consolidó años más tarde en Tercera, llegando a aspirar a los 'playoffs' de ascenso en alguna ocasión.

Ahora no corren buenos tiempos para los azules, que pelean cada fin de semana por evitar bajar a Regional Preferente. De los que jugábamos entonces no hay nadie en el primer equipo. En cambio están Iván, Catoira, Imanol, Michel. Distintas edades pero historias similares. Gente que jugaba en el Tudelano y equipos 'de los buenos' cuando lo hacíamos nosotros en el Murchante, pero que un día decidieron volver al equipo de su pueblo.

Tanto 'Yo no bajo' osasunista me ha hecho trasladar la necesidad de la salvación al equipo de mi pueblo, donde aprendí a ser central y persona. Les toca a ellos sacar a flote el asunto. A esos que volvieron un día a casa, a Iván, Catoira y compañía, les toca coger las riendas del equipo y dejarlo por muchos años en Tercera, donde, por afición e historia, merece estar el Murchante.

Llegó vuestra hora, chavales. Nosotros tampoco bajamos.


jueves, 23 de abril de 2009

Del señorío a la infamia

Cuando yo tenía ocho años, mi abuelo Jesús me contaba las gestas del Real Madrid. Me recordaba a las leyendas del club que hicieron historia, como Amancio, que jugaba con los calzones más cortos que se recuerdan. Como Santillana, que enchufaba los cabezazos como si fuera un tanque cuando medía 1,75. Como Juanito, estrella malograda, díscolo e indomable, pero un delantero de los que hacen afición.
A mí me gustaba Hierro, incluso tuve su camiseta, pero "por culpa" de Urzaiz me hice hincha del Athletic de Bilbao. Al Madrid, simplemente, le tenía en buena estima. Era un equipo respetable, con señorío.
Las cosas cambian mucho con el tiempo. Los valores se transforman, se pierden entre la bruma social, desaparecen. También en el equipo blanco. Ahora a mi abuelo le da un poco de pena ver que no hay Juanitos, ni Santillanas, ni Amancios. Nada de nada.
La plebe se conforma con poco. Ni siquiera con lo bueno. Ahora con lo mediocre uno puede estar contento, satisfecho. Satisfecho con los sinvergüenzas, como Calderón. Con los esquizofrénicos y/o ignorantes, como Juande. Con los descerebrados, como Pepe. Directivos, técnicos y jugadores de los que hacen perder afición.