Todavía tengo retazos del disgusto de despedirme de mis amigos fcom este fin de semana, aunque ya es hora de cambiar de chip y mirar hacia adelante. Por eso propongo una solución para combatir nuestra melancolía. Aunque la de David, como él dice, sea ver cosas frikis en internet, una buena alternativa -hasta que nos volvamos a juntar en una comida como las que tiene Luis desde hace tres años- es 'bloguear' un poco.
A Pacotto, el propio Luis, Mikelón, Jurdan, Javi o Guille no hace falta que les diga nada, porque les encanta esto. En cambio, a David le pediré que actualice con algo más de frecuencia, como en la semana en la que dejó de hacer exámenes, en la que resucitó tras unos cuantos meses hibernando. A Cris y Andrea, que vuelvan a escribir de una vez, que se os echa de menos por los mundos virtuales desde que lo abandonásteis con excusas poco convincentes (eso de olvidarse de la contraseña, Andrea, en fin...). Mirentxu, a ti también te vale, que ese 'nosekuantitos' no ha acabado de coger carrerilla y ya tenemos ganas de que nos cuentes algo.
Y, cómo no, los que no tengáis un rincón, casa virtual o como lo queráis llamar, animaos, que es gratis. A Isabel aún no le había dicho nada, pero ahora le envío mi solicitud bloguera. Como si quieres escribir de periodismo económico. Yo te seguiré apreciando igual pese a que es un tema que no aguanto mucho... Y, por quincuagésimo novena vez -o por ahí, más o menos-, insto a la señorita Valvanera Lecha a que abra un espacio de libre expresión en la red. Te prometo que me compraré el Heraldo cuando pueda, aunque ya sabes que aquí en Iruña hay pocos y que un euro diario, con la crisis y esas cosas, puede convertirse en algo muy traumático.
Pues lo dicho. Yo ahora escribo desde un ciber, pero juro que cuando tenga mi nuevo portátil el mazo volverá a golpear sin tregua. A ver si para entonces tengo la posibilidad de agregar nuevos compañeros en mi lista de blogs favoritos. Lo espero así. 'Blogueemos' entonces.