Nos ha 'tocao' la china, pero por completo. La empresa es la empresa, y ahora que 'nos echan' de la Universidad tenemos que meternos en una... La empresa es lo que es. El capital financiero, el capital humano, la infraestructura, los medios técnicos, la logística. Un montón de cosas que cuestan dinero y, también, curiosamente, un montón de personas que sí, cuestan dinero, pero, paradójicamente, también lo generan.
La empresa es la empresa, me dice mi abuelo. Él, ducho en el esfuerzo por encumbrar el valor personal del empleado en la empresa, como peón durante lustros en la Ebroquímica y la SKF, acabó sucumbiendo a ellos, los que manejan la empresa. Porque no olvidemos que la empresa es la empresa, y que los directivos, ellos, de la empresa son los que la configuran en última instancia.
La empresa es un concepto, una forma de vida, una montaña de dinero a veces, una trituradora de inversiones otras veces; un contenedor de talento, una guarida para algunos, una habitación con sillón reclinable y cenicero para otros. Es como es.
A veces, el esfuerzo en pro de la empresa tiene recompensa. Otras, lamentablemente, no reporta ni la más mínima consideración. En los casos más extremos, parece que al empleado esforzado en su trabajo le hacen un gran favor ofreciéndole quedarse unos meses más en la empresa, cuando un año antes le ofrecieron el cielo. Es cuando uno se irrita y prefiere irse a una mina donde le ofrecen una pequeña pieza de mineral que permanecer en un paraíso donde te dan ese mineral después de prometerte la salvación eterna.
Ah, la empresa...
4 comentarios:
Mucho ánimo. La empresa es la empresa. Y nosotros somos humanos. El talento, el trabajo y todo lo que vales, te pertecene a tí. Unos se lo pierden, otros aciertan.
Las empresas raramente entienden de lealtades. Va contra el negocio.
Desdichada la empresa que pierde la prosa con auténtico copyright que sólo pueden ofrecen los genuinos textos Mikela2.
aúpa mikel
La empresa...
Sólo agradecerte tu esfuerzo, tus ganas de aprender, tu buen trabajo y sobre todo tu amistad.
Mucha suerte, ya sabes dónde estamos.
Muchas gracias a vosotros por ser los mejores maestros que uno puede tener, entre los que estás tú, Luis, maestro de maestros. Los mejores con mayúsculas. Os echaré de menos, de verdad.
Un gran abrazo, Luisgui
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