Foto: El campo de Oberena, abnegado el sábado. Partido suspendido.
Nieve. Tan bonita y tan hija de 'eso' a la vez. Paisajes de ensueño, inmaculados, de anuncio de Vernel. Aceras intransitables y resbaladizas, qué gustico. Muñecos de nieve con cabeza, brazos, dedos, pelos, vello y gélidos piojos. Hasta con gorros y nariz de olfato fino. Calzadas superdeslizantes, pistas de patinaje a base de brea y coches incontrolables. Sensacional.
En el periódico, la nieve es noticia. En las previsiones meteorológicas, en las páginas de sociedad... También en deportes. 23 partidos suspendidos el sábado y otra decena el domingo han sido el balance de un fin de semana pasado por blanca nieve. Muchos viajes cancelados, atrasados o en balde, como el de los jugadores de la Peña Azagresa a las instalaciones de Oberena.
En su versión menos conocida y más intrínseca, la nieve ha sido causante de la locura de los maquetadores del diario cada vez que conocíamos la noticia de la suspensión de un encuentro. "Que sí, que sí se juega", afirmábamos confiados. A los cinco minutos no se jugaba. "¿Dónde encajamos estos partidos? ¿Qué hacemos con este hueco que sobra?", se preguntaban los jefes.
La nieve es una delicia, una bendición del cielo. Pero también puede ser un auténtico infierno. Atestíguolo. Menos mal que ya no nieva. Y que estamos a lunes.
1 comentario:
El clima se está confabulando para hundir la prensa escrita. Ditasea!
Por cierto, creo que el pie de foto tendría que ser anegada de anegar. A no ser que te refieras al sacrificio que hace la hierba con la nieve. Siento ser tan tiquismiquis.
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