miércoles, 7 de enero de 2009

La muerte tiene risa de bruja malvada

La muerte no tiene risa profunda y tenebrosa, amenzanate y penetrante. No no. La muerte se ríe con tono agudo, casi de falsete, y araña los oídos que no veas. La muerte tiene una risa que ya quisieran las brujas más malvadas de los cuentos populares.
Lo descubrí el domingo, navegando por internet, en uno de mis ejercicios de repaso noticioso del año que me da por practicar cada vez que los Reyes Magos andan cerca de casa. El otro día me acorde de Chivite, Carlos, que nos dejó en primavera, a causa de un ictus cerebral que lo fue consumiendo durante casi treinta diás. Carlos era una institución en Cintruénuigo, su pueblo, en la Ribera y en toda Navarra.
Me dio por releer las crónicas que publicó Diario de Navarra de aquellas últimas horas, y todos los obituarios que de él se escribieron. Y entonces, salté de mi silla a la vez que el corazón quería salir de mis entrañas, con dirección a Júpiter, por lo menos. No le dejé, porque, si no, no estaría este "estaría". Me asusté como en los viejos tiempos, como cuando me daba miedo ver El exorcista o alguna peli de ese estilo.
Ahora sólo me queda dar gracias por el susto y por el post al fabuloso anuncio requetechupi que me invitaba a conocer el tiempo que me quedaba de vida rellenando el test de la muerte.
El único inconveniente es que al pasar el ratónn por encima del espacio publicitario, una risa estruendosa y chillona, una risa de bruja hija de p..., te da la bienvenida al fantástico mundo de la comunicación multimedia, con sus imágenes en movimiento, sus sonidos integrados y sus hipertextualidades.
Me impactó tanto, que ayer fui al Colegio de Médicos de Pamplona para recomendarles el test interactivo de la muerte como posible causa de infarto de miocardio. Por si acaso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sólo te diré que los publicitarios tenemos un sentido del humor a veces negro y a veces... ¡muy extraño! Pero también es cierto que consiguió llamar la atención. Ummm espera que piense ¿cómo hubiera sido tu epitafio? Mejor que nunca haya sido desvelado, jajaja

Vane