Foto: El Betis, alegre, aquella noche.
Aquella noche, aquella maldita noche, estaba en casa, en Murchante, con el Carrusel a tope en mi habitación, estudiando para un examen de Lengua. A tiempo que pasaba páginas llenas de coherencia y cohesión textual, escuchaba con atención la radio, esperando a que el Athletic pasara la semifinal de Copa del Rey.
Desde entonces, me he acordado de esa noche muchas veces. Muchas. Me acordé cuando Del Horno emigró a la Premier, cuando Ezquerro se nos fue a Barcelona, cuando Julen dijo que se retiraba, cuando Isma, mi paisano, cogió un avión a Amsterdam para dar sus últimas patadas a un balón. También cuando llegó Lamikiz -y cuando se fue- , cuando casi nos vamos al 'infierno', cuando nos gritaban "a Segunda", cuando el Racing nos hizo pegárnosla en San Mamés. Muchas veces.
Aquella noche Ezquerro falló un penalti después de 120 minutos de lucha, con 40.000 feligreses afónicos de tanto gritar, que pasaron de los chillos al silencio sepulcral en un segundo. Hasta yo escuché el silencio por la radio, pese a que el penalti del Betis también lo cantaron. Yo oía el silencio detrás.
Siempre he creído que la vida da segundas oportunidades, que una decepción tiene que estar seguida, tarde o temprano, de una alegría. También he creído siempre en la religión de la que muchos se ríen, en la de La Catedral, la de la Gabarra, la del arco de San Mamés, la de Pichichi, Zarra, Iríbar, Dani y tantos otros. Un día, no hace mucho, los creyentes rojiblancos perdimos la fe. Este año la hemos recuperado. Más que nunca.
Estoy seguro de que esta vez será distinto. Toca resarcirse de aquella noche, del regusto amargo de ese instante de decepción radiofónica. Esta vez será diferente. Cuatro años después, tendré otra noche como aquella. Igual, pero diferente. Cuatro años después toca alegría en lugar de decepción, toca revancha, toca final. Aún no hemos hecho nada, es cierto. Al menos dejadme soñar.
2 comentarios:
Mi abuelo, que nació en Melilla y que siempre ha vivido en Madrid admira mucho al althletic. El hecho de que todos sean jugadores de la tierra -de la que sea- y su garra legendaria ha sido determinante. Aunque os dediquéis a robar jugadores forales al Osasuna, va siendo hora de que consigáis algún título. Mucho animo. Yo te animo a soñar.
You can believe in!!! Odio el Athletic pero sólo por ti no me importaría que ganase la Copa. Aúpa Mikela2.jf
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